DESAPARECIDOS:

El Confinamiento de Germano-Americanos, 1941-48

Por Michael Luick-Thrams

 

Introducción

 El confinamiento de Germano-Americanos es uno de los subcapítulos menos conocidos de la historia de la segunda guerra mundial (SGM), sin embargo, quizás sea el mas perturbador. En una tierra en donde el cumplimento de la ley se supone prevalece, decenas de miles de hombres, mujeres y niños inocentes fueron detenidos, confinados y más aun, deportados o “intercambiados”, arbitrariamente por el gobierno de los EEUU. (“Los excluidos”- incluyendo ciudadanos americanos- fueron aquellos individuos a los que se les prohibió vivir en comunidades costeras o en “zonas de alta seguridad”, típicamente debido a “pistas”, denuncias veladas no probadas. Ciudadanos Americanos, así como “inmigrantes enemigos” fueron privados del debido proceso legal y de su propiedad y libertad. Su sufrimiento no puede ser justificado, ya que ningún interno fue condenado por un crimen de guerra. (Aquellos espías y personas condenadas por intento de sabotaje por el gobierno de los EU se les mantuvo en prisión y fueron colgados posteriormente ). En el momento de escribir estas líneas , el Congreso ha rehusado de manera repetitiva reconocer el confinamiento de Germano-americanos, o compensar a aquellos que afectó. Al no querer aprender de esta tragedia, fácilmente podríamos repetirla.

  

www.foitimes.com o bien, www.TRACES.org.


Durante la SGM el gobierno de los EEUU registraba cerca de 300,000 Alemanes en América como inmigrantes enemigos y confinó aproximadamente 11,000 inmigrantes residentes Alemanes y Germano-Americanos. Así mismo, embarco de manera forzada a 4,058 Alemanes residentes en Latinoamérica, incluyendo a judíos Alemanes y Austriacos, que habían huido del terror Nazi, introduciéndoles a este país. De 1941 a 1948 la isla Ellis sirvió como una prisión para internos Alemanes e italo-americanos; su corral cercado tenia una vista de la estatua de la libertad. (Actualmente el museo en este sitio histórico omite esta parte de la historia.) Durante algunas de las mas feroces luchas de la SGM en el atlántico norte, los EU embarcaron de regreso a Alemania a mas de 2,000 de los 15,000 germano-americanos que había encarcelado, en intercambio por prisioneros Americanos capturados por lo Alemanes; después de la Guerra el presidente Truman deporto a mas.

 

 Esta exhibición explora el extenso drama de Germano-Americanos, al presentar las experiencias de algunos individuos o familias quienes habían vivido en el medio-Oeste previo a que EU entrara en la SGM, o bien fueron confinados en campos en el medio-Oeste o vivieron allí después que fueron liberados. Mas que respuestas la exhibición busca provocar preguntas-incluyendo el como miembros del grupo étnico mayoritario de los EE.UU. pudieron haber sido aislados y señalados como amenaza para la “paz y seguridad publica”. Sin tener conocimiento de los cargos en su contra, les fue negada la asistencia legal y juicios justos, confinándoles a campos cercados privándoles de su libertad, en algunos casos, hasta por tres años y medio después de que la guerra termino en Europa. Así mismo suplica la pregunta: Por qué nadie demandó que la justicia prevaleciera y que inocentes vivieran en libertad?

 

 Para mas información, visite,


PANEL #1: Biografias

La Familia Berg: Victimas de la ley marcial de Hawaii

 Doris Berg de entonces 11 años, vió el ataque a Pearl Harbor y, en los días que siguieron, vivió el terror del confinamiento y abandono. El padre de Doris nació en Cologne, Alemania en 1902, donde se gradúo de la universidad. Su madre provenía de inmigrantes Alemanes que habían trabajado los campos de azúcar desde 1880, cuando Hawaii aun era un país soberano. Doris y sus dos hermanas, como sus padres, eran ciudadanos Americanos. Aun así, después de que el gobernador de Hawaii declarara la ley marcial el 8 de diciembre de 1941, su hermana mayor, de entonces 18 años, y sus padres fueron encarcelados sin cargos o juicio previos, para ser liberados en 1942 y 1943, respectivamente. El día en que agentes del FBI se llevaron a sus padres, las hermanas mas jóvenes- de 11 y 8 años- asumieron que éstos estaban muertos y que tendrían que cuidar de ellas mismas en la casa familiar. Aparentemente con el gobierno coludido, un agente de bienes raíces tomo posesión de las propiedades de los Berg y coerció a los padres a endosarle el título de propiedad. Gente ajena habitó la casa tomando posesión de comida, ropa y otros artículos personales.
 El gobierno de Hawaii cambio de la noche a la mañana. La prensa y el radio se sometieron a una rígida censura. Se emitieron órdenes sin importar restricciones de territorio o leyes federales. “Los ciudadanos no se supone sean sujetos a confinamiento” Doris menciona actualmente, “estábamos protegidos por la Constitución. Nos correspondían sus libertades civiles y ciertos ‘derechos inalienables’. Todo se fue por la ventana, el 7 de diciembre de 1941, nuestra ciudadanía Americana y nuestra Constitución no nos protegió después del ataque a Pearl Harbor”.


Matías Borniger y Sigfrido Muntz:

Victimas de Detención Arbitraria

 M. Borniger, un fotógrafo que hacia moldes de partes de avión para Boeing, fue arrestado en Wichita, Kansas en medio de la noche, un día después del bombardeo a Pearl Harbor, una semana antes de volverse ciudadano Americano. Fue retenido por aproximadamente cuatro horas en el campo McCoy en Wisconsin. Posteriormente se enteró que informantes confidenciales del FBI le acusaban de fotografiar nuevos aeroplanos de la Boeing para mandar las fotos a Hitler.

 El joven de 27 años Sigfrid Muntz de San Diego nació en Chile de padres Alemanes. En 1939, emigró de Alemania a los EEUU, en donde buscó la ciudadanía Americana y trabajo como ingeniero. Fue arrestado en San Diego un día después de Pearl Harbor, sin explicaciones de su arresto, dos semanas después, fue enviado para internamiento por tren a Fort Lincoln cerca de Bismark, Dakota del norte y después al campo McCoy.

En McCoy, internos como Muntz y Borniger vestían uniformes con las letras POW (prisioneros de guerra por sus siglas en inglés) estampadas en ellos y se les obligaba a vivir en barracas sin agua corriente. Plagados por el aburrimiento, tenían muy poco que hacer mas que leer revistas atrasadas de varios años. No tenían idea de lo que pasaba fuera del campo McCoy. Un viejo inmigrante alemán les dio a los internos alemanes un viejo piano, que usaban para ofrecer espectáculos para otros internos en el campo.

 Matías Borniger fue enviado de McCoy a Stringtow, un campo de internamiento dirigido por el ejercito en Oklahoma. Después de que el abogado familiar apelara por su lealtad, fue liberado en otoño de 1943 y abrió un estudio fotográfico en Wichita. Sigfrido Muntz fue liberado después de dos años de internamiento y regreso a su trabajo en una compañía de hierro y acero en San Diego.

 


Eddie Friede: Un judío nuevamente

tras la cerca alambrada

 Eddie Friede nació de padres judíos en Hamburgo en 1892. El “Doktor” Friede ejerció el derecho hasta que los edictos nazi se lo prohibieron. En 1938 a Eddie y a su esposa, Liesl, les fue otorgado un permiso de salida. Sin embargo, antes de emigrar, Eddie fue arrestado y encarcelado en Sachsenhausen, un campo de concentración a las afueras de Berlín. Confiando en sus contactos en la comunidad legislativa, Eddie fue capaz eventualmente de asegurar su liberación y volar a los EU con Liesl.

 En San Francisco su inglés no fue suficiente para permitirle ejercer la abogacía, por tanto Eddie encontró trabajo entregando postres vieneses de puerta en puerta en la comunidad alemana. A los agentes del FBI, quienes secretamente seguían las actividades de los Friede, les pareció que esta conexión con Germano-Americanos sospechosos indicaba que el otrora abogado era un Nazi peligroso. Durante las redadas del 8 Diciembre en consecuencia a Pearl Harbor, durante las cuales cientos fueron arrestados, el FBI le tomó en custodia en su apartamento en San Francisco. El Doctor Friede, un abogado Judío que apenas pudo escapar al exterminio en Alemania, se encontró encerrado entre cercas alambradas en Fort Lincoln.

Allá, el lucho contra Gitterkrankheit, la enfermedad por confinamiento, por seis meses, antes de que sus protestas de inocencia fueran finalmente escuchadas. Se le liberó y trasladó a San francisco, pero quedo marcado por la experiencia del confinamiento de por vida. No practicó abogacía jamás, y paso treinta y nueve años como vendedor de puerta en puerta. Siempre fijaba su mirada profunda y triste en sus clientes, introduciéndose a si mismo, “Soy el Doctor Friede, le gustaría comprar unas galletas y pastelillos?’

 Años después, los Friede estaban aún tan aterrados por su experiencia y el poder del FBI, que no permitieron que sus nombres verdaderos fueran usados cuando su historia se publicó.

 


PANEL #3: Biografias 

La Familia Theberath:

Victimas de la Separación Forzada

 La familia Theberath fue arrestada en su domicilio en Milwaukee a las 2:30 AM por agentes del FBI la noche del 8 de diciembre de 1941. Una familia de cinco elementos fue separada inexplicablemente. Peter y Marie, los padres, fueron enviados a Fort Oglethorpe, Georgia, y sus hijos Gertrude , de 14 y Friedrich de 13 años fueron turnados a una casa-hogar del condado Milwaukee. Por muchas semanas, nadie supo que paso con el otro hijo, John de 17. Seis meses después, Peter, aún en estado de shock, escribió a un pariente en Alemania desde Fort Oglethorpe,

 

A Marie y a mi nos levantaron y nos pusieron en custodia (8 de diciembre de 1941) estuve en prisión por cuatro meses. Marie fue liberada en febrero 11, pero todo se había ido, no niños, no casa. En una palabra habían sido robados, la madre sin esperanza, se había tirado a la calle (énfasis del escritor).

Llegamos aquí el 9 de abril y no hay noticias aún de nuestra familia. La última vez que vi a John y a Marie, fue en la prisión el 5 de abril, y no he visto a Gertrude y a Friedrich desde diciembre 8. Estas condiciones son ridículas… todos esperamos que la guerra termine pronto.

 

 La carta nunca logro pasar la oficina nacional de censura en Washington, DC. Valientemente Peter escribió numerosas cartas a la representación suiza en Washington, cuyo departamento de intereses alemanes observaba el destino de los internos alemanes. Eventualmente el comisionado asistente de inmigración y servicios de naturalización, W. F. Kelly, exasperado le dijo a Edward Ennis, director de la unidad de control de inmigrantes enemigos que llegara al fondo del caso y que realmente le diera una solución que pudiera ser lo mejor para los padres y los niños. Este caso, así como otros, eventualmente llego al escritorio del general Edwin Watson, secretario del presidente Roosvelt.

 


Karl Vogt: Victima de la

denuncia y falsas acusaciones

 Karl Vogt fue abruptamente sustraído de su familia de su casa y granja familiar, cerca de Spokane, Washington la tarde del 9 de diciembre de 1941. Cuando su esposa nacida en Estados Unidos, Elsie, demandó saber por qué Karl era detenido y a dónde le llevaban, le respondieron que “no era de su incumbencia”.

 Karl fue mantenido en la cárcel de condado Spokane hasta el 21 de diciembre de 1941, fue posteriormente trasladado en tren a Fort Lincoln, y finalmente a un campo en Stringtown. Durante una audiencia de internamiento, las autoridades le preguntaron repetidamente a Karl por qué había “ mandado dinero a Hitler”. Se descubrió posteriormente que el dinero que él y Elsie habían mandado por correo a su primo en Alemania, vía la embajada alemana en San Francisco, había sido asumido que era destinado al régimen nazi. Aun así, a Karl nunca le dijeron la fuente de esta sospecha ni el nombre del vecino que había sido el informante en contra suya con la esperanza de comprar barata la granja de los Vogt .

Elsie y el hermano de Karl, Bill, trataron de enfrentar la situación como pudieron y salvar la granja. La cuenta bancaria familiar, sin embargo había sido congelada y los fondos tuvieron que ser prestados por parientes o amigos. Posteriormente Elsie contrato un abogado que arregló que algunos fondos fueran liberados.

 Finalmente, gracias a una pregunta por coincidencia de uno de los interrogadores, Karl se dio cuenta del error de la impresión equivocada acerca de los fondos que el y Elsie habían mandado a alemania. Después de seis meses de una batalla legal de parte de Elsie y gente exterior que le apoyaba, a Karl de dijeron que empacara sus cosas – iría de regreso a casa.

 


La Familia Worner: Victimas

de la malicia y del prejuicio

 Meta Maria Brenner de 20 años de edad procedente de Worms-am-Rhein, Alemania partió a Nueva York en 1926, tres meses después se casó con su compatriota, Peter Worner, también un inmigrante alemán , quien trabajó como superintendente en una fabrica y que hacia 1940 había obtenido su ciudadanía. En el verano de 1940, la oficina de Saint Paul, Minnesota del FBI comenzó a recibir quejas acerca de la pareja.

 Informantes del FBI dijeron que Maria Worner estaba “completamente inmiscuida con doctrinas nazis”. Agentes arrestaron a Maria en su domicilio en Winona, Minnesota, en la noche del 9 de diciembre de 1941 y la entregaron al servicio de inmigración y naturalización en Saint Paul antes del amanecer. El INS la interno en la cárcel del condado Ramsey, donde la presencia de asesinos convictos y excusados abiertos la orillaron a amenazar con cometer suicidio. El 12 de diciembre la mudaron a la casa del buen pastor en Saint Paul, operada por una orden francesa de monjas que dirigían monasterios a través del país y aceptaban mujeres inmigrantes enemigas. Permaneció detenida hasta una audiencia y salió bajo palabra tres semanas después. De regreso a casa, Maria intento suicidarse nuevamente y permaneció recluida en su domicilio.

 Mientras tanto, la lealtad de su esposo Peter era objeto del interés del gobierno. Basados en quejas que eventualmente le describirían como malicioso y prejuicioso, se instituyeron procedimientos de desnaturalización en su contra, que posteriormente fueron retirados. Finalmente, en abril de 1956, Maria se volvió un ciudadano americano, pero ella fue únicamente una de docenas de germano americanos que fueron el sujeto de rumores maliciosos y prejuicios que los llevo al confinamiento durante la SGM.

 


PANEL #5: Biografias 

Anna y Horst Schaefer: Victimas de

Detención Indefinida en un Convento

 Karl Frederick Schaefer llego a los Estados Unidos en 1927 y completo su naturalización en 1933. Regreso a Alemania dos veces antes de la guerra y se caso con Anna Maria Boettger, quien viajó de regreso a los Estados Unidos con su nuevo esposo. Cuando la guerra estalló, Anna aún no era una ciudadana Americana, y el FBI la arresto el 9 de Diciembre junto con su hijo, Horst, llevándolos a la Casa del Buen Samaritano en una ciudad en Milwaukee. Horst recibió comida y un camisón y fue llevado a dormir. “Mamá”, empezó a gemir, “heimgehen, heimgehen.” (“Mamá, quiero regresar a casa, quiero regresar a casa”) El pequeño vomitó todo lo que había comido antes de caer dormido, mientras Maria y cinco otras mujeres se apiñaban para mantenerse calientes en el frío piso de piedra de un cuarto cerrado y sin calefacción.

 Anna soportó largas interrogaciones de parte del FBI y permaneció presa en el convento hasta Abril de 1942. Mientras tanto, el FBI investigó a su marido, Karl. En el verano de 1943, el Departamento de Justicia consideró iniciar la desnaturalización de Karl, pero concluyó que no poseía suficientes hechos para hacerlo. En las investigaciones del FBI que seguirían, varios testigos declararon acerca del patriotismo y fidelidad de Schaefer. Sin embargo la vergüenza y privación de la detención se quedaron con ella. Ella se convirtió en ciudadana americana en 1952, pero raramente hablaba acerca de su confinamiento con su familia.

 


La Familia Greis: Internada,

y con hijos en el ejército

 En 1923, Joseph Greis—un veterano de la SGM y químico de pinturas—dejo a su esposa Francis y a su hijo recién nacido en Alemania para trasladarse a Milwaukee y poder abrir una tienda. El negocio no fue exitoso, pero la familia de Greis termino por seguirlo a los Estados Unidos, donde Greis y su esposa tuvieron tres hijos mas.

 En la madrugada del 9 de Diciembre de 1941, el FBI aporreó la puerta y se llevó a Joseph Greis. En diciembre de 1945 –después de que Greis hubiera sido internado en el fuerte Lincoln y en otros sitios— fué transferido a Ellis Island siguiendo las preparaciones que precederían a un destierro a Alemania. Dos de sus hijos se encontraban sirviendo en la marina de comercio de los EEUU, pero su esposa y sus otros dos hijos se reunieron con el en Ellis Island, esperando la repatriación.

 Después de ser la fuerza de su familia, Francis tuvo un colapso nervioso y fué transferida de Ellis Island a un hospital Naval. En Abril de 1945, el gobierno transfirió a los Greises a un “campo familiar” en Crystal City, Texas, en donde vivieron en una casa pequeña con solo dormitorios y una cocina. A pesar de que la rendición por parte de los Alemanes llego en Mayo de 1945, por lo menos quinientos Alemanes, incluyendo a los Greises, permanecieron presos en Crystal City, después de que el Presidente Harry Truman resolvió que aquellos internos que seguían aprehendidos al final de la guerra eran probablemente “peligrosos” y deberían ser enviados de regreso a Alemania. Finalmente en 1947 –dos años después del final de la guerra—se les permitió a los Greises dejar Crystal City para retornar a Milwaukee. La familia tenia pocos recursos y se sentía estigmatizada por el confinamiento. Francis nunca volvía a ser la misma después de esta penosa experiencia. Mientras tanto, a Joseph se le negó recontratarlo en su antiguo trabajo de químico. En lugar de eso, pidió un préstamo y abrió la Tienda de Asistencia Europea, la cual proveía paquetes de ayuda a todos aquellos que sufrían en Europa después de la guerra.

 


La Familia Eiserloh: Victimas

de una repatriación forzada

 Los Eiserlohs –una familia de cinco integrantes, incluyendo tres niños nacidos en los Estados Unidos –Vivian en una casa rural de Ohio, construida por Mathias, un ingeniero nativo alemán . En Diciembre de 1941, el FBI se lo llevo sin informar a su familia de su paradero en semanas. La joven familia vivió en el sótano de un familiar por dos años hasta que ellos voluntariamente se reunieron con Mathias en el así llamado “campo familiar” en Crystal City, Texas.

En Enero de 1945, los Eiserlohs sufrieron una repatriación forzada a Alemania, a cambio de prisioneros de guerra americanos en Alemania. La familia cruzo el Atlántico durante el periodo mas intenso de la guerra. Después de ser trasladados a Bregenz, Austria en un vagón, ellos fueron intercambiados por americanos. Desde Bregenz, los Eiserlohs se dirigieron al norte, hacia Frankfurt –a veces a pie, a veces en vagones que eran bombardeados por aviones estadounidenses.

 A finales de Febrero, la familia se vio forzada a habitar el angosto sótano de un familiar nuevamente. La familia soporto hostilidades y burla. La GESTAPO sospechaba que Mathias era un espía del avanzante ejercito americano. Mathias fue interrogado y golpeado severamente por seis hombres de los SS en un campo. Mathias regreso a casa y la familia se las arreglo para sobrevivir las dificultades que la guerra dejo atrás. Sin embargo, Mathias nunca encontró un buen trabajo ni en Alemania ni en los Estados Unidos. Murió como un hombre deshecho a los 65 años en el pasillo de un centro comercial.

 


PANEL #6: Biografias 

La Familia Eckardt: Victimas de secuestro

por parte del gobierno estadounidense

 Albert Eckardt llego a los EEUU cuando tenia quince años y termino consiguiendo trabajo en Panamá, en donde ayudo a cavar el gran canal. Eckardt murió en 1938, siendo un ciudadano estadounidense. Su hijo, Ted –que también era un ciudadano americano –solo tenia ocho años cuando en 1942, bajo órdenes del gobierno estadounidense, su madre Ruth y su hermana Emilie fueron arrestados en su pueblo natal por la policía Panameña cerca del Canal. Las autoridades subastaron sus posesiones y se guardaron las ganancias. También se apropiaron de las tierras de la familia.

El joven Ted Eckardt y su familia fueron transportados a New Orleans en un barco. Después de pasar por el Centro federal de detenidos en el Campo Seagoville cerca de Dallas, fueron enviados a Crystal City, donde pasaron los siguientes tres años.

En 1944, una vez mas, la familia fue trasladada y enviada a Ohio, en donde Ted y su hermana vivieron en la Casa Hogar Luterana de Toledo, bajo la supervisión del intendente del orfanato.

 No fue hasta el final de la guerra que la familia fue reunida, pero los Eckardts siguieron viviendo y trabajando en el orfanato por que era el único hogar que tenían. Eventualmente, rentaron un apartamento en la ciudad y los niños se graduaron de la Preparatoria Toledo. La familia nunca recupero su patrimonio o sus posesiones, y el gobierno estadounidense nunca se disculpo por el secuestro ilegal de los Eckardts de la Zona del Canal.

 


Eberhard Fuhr: Victima de Abandono después

del Internamiento de sus Padres

 En Agosto de 1942, el gobierno de EEUU interno a los padres de Eberhard Fuhr, que en ese entonces contaba diecisiete años de edad, y quienes eran inmigrantes residentes alemanes. Después de que su hermano mayor se fue a la universidad, “Eb” vivía solo atendiendo la preparatoria en Cincinnati y se mantenía solo vendiendo periódicos.

 El 23 de marzo de 1943, dos agentes del FBI lo arrestaron mientras asistía a clases. Con armas en la mano, los agentes le esposaron y lo llevaron a la estación de policía de Cincinnati, a donde también habían llevado a su hermano mayor. Los dos fueron ingresados, fichados y llevados a la prisión del condado, en donde fueron encerrados en celdas diferentes.

 Eb y su hermano pronto enfrentaron la misma audiencia ante el consejo de inmigrantes civiles que habían internado a sus padres siete meses antes. Le preguntaron “Que le dirías a tu primo alemán, si viniera por el río Ohio en su submarino a pedir asilo?” “Un submarino no puede navegar en el río Ohio, solo tiene 1.3 mts de profundidad’, les contesto.

 El consejo no aprecio su respuesta, y después de interrogarlos mas, los hermanos fueron esposados de nuevo, y enviados a Chicago, en donde fueron internados en una vieja casa que hospedaba internos en tránsito. Mientras tanto, el contenido de su casa en Cincinnati fue saqueado y la casa embargada. En julio de 1943, los hermanos Fuhr fueron enviados a Crystal City, en donde se reunieron con sus padres y un hermano menor. Permanecieron hasta 1947, ayudando a cerrar el campo. Finalmente, fueron embarcados a la isla Ellis. En septiembre de 1947, dos años y medio después del cese de hostilidades en Alemania, la familia Fuhr fue liberada de su internamiento.

 


Max Ebel: Victima del rumor,

los dichos de oídas y el chisme

 Max Ebel objetaba el militarismo en Alemania y resistió unirse a la juventud Hitleriana. él y su familia sabían que debía huir de Alemania después de que miembros de la juventud Hitleriana furiosos, le apuñalaran en una pelea. Un mes antes de su diecisiete aniversario en 1937, dejo Alemania para unirse a su padre, un alemán naturalizado americano, en Boston.

 Max saboreo la promesa americana de libertad. Como era requerido, se enlisto en el servicio selectivo. Aunque aceptó pelear en el pacifico, se le clasifico como 4C, un objetor de conciencia, debido a que no quería pelear en Alemania, en contra de su hermano, primos y amigos.

En septiembre de 1942, solo meses antes de llenar sus papeles de naturalización, Max fue arrestado por el FBI. Subsecuentemente, en una audiencia hostil, con solo su padre de su parte, un abogado americano presento pistas de informantes del FBI sin corroborar como hechos. Aunque fue reprendido por no querer pelear en Alemania, la audiencia recomendó libertad bajo palabra.

 Tras tres meses de espera en una unidad de ejercicios alambrada, en las instalaciones del servicio de inmigración y naturalización en Boston, Max esperaba la resolución favorable del abogado general de los EEUU. Sin embargo, en 1943, se ordeno el confinamiento de Max y fue enviado a la isla Ellis, en donde vivió en el llamado Gran salón, en donde se les había dado la bienvenida a los inmigrantes en busca de libertad y oportunidades. En mayo de 1943, fue transferido a Fort Lincoln en Dakota del Norte, en donde Max fue uno de los cientos de hombres seleccionados para un trabajo en detalle en las vías del tren, por tanto ayudando a la causa de guerra norteamericana. En la primavera, el reconocimiento de que los trabajadores de la vía del tren proveían un trabajo valiosos para los EEUU, el departamento de justicia acepto reconsiderar el confinamiento de estos, eventualmente, Max Ebel recibió la libertad bajo palabra. Una de las condiciones de esta libertad bajo palabra incluía la prohibición de trabajar para o cerca de las vías ferroviarias.

 


PANEL #8: Biografias 

La Familia Franke:

Victimas de la exclusión

 Otto Franke de Baltimore era un ciudadano americano nacido de padres alemanes, quien se encontró bajo sospecha en 1940 cuando el FBI recibió una carta anónima, mal escrita, acusándole de coordinar “tareas secretas para los alemanes”. El FBI le abrió un expediente a Otto y rápidamente lo lleno de rumores y dichos de oídas.

 Confundido acerca de la condición de ciudadano americano de Otto, el FBI finalmente se dio cuenta de que no era un inmigrante y no podía ser confinado. Por tanto, mando su expediente a otra rama del departamento de justicia para ser acusado por subversivo. En 1940 las pistas se revisaron y, al no poderse comprobar, no se le levantaron cargos. Entonces, en febrero de 1942, el presidente Roosevelt emitió la orden ejecutiva 9066, autorizando al ejercito a restringir a ciudadanos americanos e inmigrantes de vivir en áreas costeras. Un buró de revisión se estableció en cada uno de los distritos militares. El expediente de Otto Franke fue reexpedido a una oficina de revisión y en Octubre de 1942, Otto se presento al comité de revisión. A pesar de tener información infundada del FBI como argumento, el comité le ordeno salir del Cuerpo de Defensa del Este que bordea la costa este.

 Mientras Otto intentaba re establecerse en Lima, Ohio, se le despidió por ser un conspirador. Después de tener otro oficio interrumpido y de pasar varios meses en el desempleo, Otto encontró trabajo en otro pueblo en Ohio, y su familia se mudo nuevamente. En Julio de 1994, esa misma compañía se cambio a Nueva York, pero Otto tuvo que rechazar la posición que le ofrecieron debido a sus cargos de exclusión. Aislado y desalentado, Otto Franke, su esposa Roberta y sus hijos no fueron capaces de volver a Baltimore para retomar una vida normal hasta Mayo de 1945.

 


Hildegard: Victima Adolescente

de Retención en un Convento

 Como una adolescente germano-americana creciendo en el medio oeste, Hildegard, mantenía correspondencia con un piloto de la fuerza aérea alemana, Werner Moeller. Fue arrestada en su hogar en Iowa por dos agentes del FBI el 21 de Octubre de 1942. Durante el interrogatorio, el fiscal del distrito noroeste del estado de Iowa sugirió fuertemente que Moeller era una espía Alemana. Hildegard fue fichada y fotografiada bajo el titulo de espía extranjera, se le concedió un breve juicio y fue trasladada al Convento del Buen Samaritano en Omaha, Nebraska, donde se quedó durante tres meses. Se le envío al Campo de Seagoville en Texas para ser internada junto con otros enemigos extranjeros.

 Mas tarde, Hildegard fue enviada a Ellis Island en preparación para su deportación. Ahí, ella y otras espías extranjeras compartieron cuartos malolientes por el olor a orina de los refugiados Europeos e infestados con cucarachas. Desde las ventanas en Ellis Island, ella observo como varios de los internados Japoneses saltaban en el Río Hudson para suicidarse; días mas tarde, los cuerpos hinchados de estos serian sacados del río para ser retornados a Ellis Island, atados en la parte trasera de las balsas de la Seguridad Costera. Hildegard fue deportada a Alemania, pero en Agosto de 1946 la orden fue levantada y ella fue libre de regresar a su hogar en Iowa.

 


Adolf Hamann: Victima de los “Intercambios”

del gobierno Estadounidense

 Adolf Hamann nació en Hamburgo, Alemania en 1884. A los veinte años, Adolf zarpo a Sudamérica, estableciéndose en Chile primero, luego en Perú, en donde manejo una tienda de ferretería, importando y exportando productos. En 1939, su nombre fue añadió a la “Lista Negra”, una lista compuesta por nombres de clientes potenciales y clientes frecuentes de negocios o individuos patrocinadores.

A principios de 1944 Adolf Hamann, fue sometido silenciosamente a la deportación de Perú por parte del gobierno Estadounidense. Un oficial de la Embajada Americana describió la operación como “una de las mas eficientes entre los varios procedimientos de deportacion que fueron puestas en acción con muy pocos escapes de ultimo momento “La esposa de Adolf estuvo entre las aproximadamente cincuenta esposas alemanas que decidieron no acompañar a sus esposos por miedo a ser enviadas a Alemania.

 Doce horas después de desembarcar en New Orleans, Adolf estaba a bordo de un tren que lo llevaría al campo de reclusión Crystal City, en Texas. Para poder asegurar sus fondos existentes todavía en bancos Alemanes, Adolf tenia que firmar una declaración de lealtad para con el reich Alemán e indicar su deseo de regresar a Alemania.

 En Septiembre, él y otros internos partieron para Fort Lincoln en Dakota del Norte. En Enero de 1945, Adolf fue enviado de regreso a Alemania en el barco Sueco: el SS Gripsholm. Se instaló en el norte de Alemania. En Abril, fue a Hamburgo a visitar a su hermana, quien había sido herida en una redada que bombardeo la zona. Mientras estaba en el hospital, sufrió un ataque cardiaco y murió el 25 de Abril. Su familia no se entero de su condición hasta después de un año, en Mayo de 1946, cuando el servicio postal pudo ser puesto en marcha en Alemania. 


PANEL #10: Biografias 

La Familia Jacobs:

Victimas de Deportación

 Los Jacobs vivieron en Brooklyn por años. Lambert y Paula Jacobs eran residentes extranjeros nacidos en Alemania. Sus dos hijos eran ciudadanos Americanos. El FBI hizo una redada en su hogar en tres ocasiones, pero nunca encontró contrabando. Aun así, Lambert fue arrestado en su trabajo en Noviembre de 1944. Fue llevado a Ellis Island e internado, a pesar de que el comité de su juicio recomendó ponerlo en libertad.

 A pesar de estar enferma, Paula empaco con su familia y se reunió con Lambert en Ellis Island en Febrero de 1945. La familia llego a Crystal City el primero de Mayo de 1945, en donde vivieron hasta que se les concedió ser repatriados. Dejaron los Estados Unidos en Enero de 1946 y llegaron en pleno invierno a una Alemania devastada. La familia fue transportada a Hohenasperg en un pestilente y helado vagón bajo vigilancia. Una vez ahí, Paula, con un frágil estado de salud fue enviada a otra parte, mientras que Lambert y sus hijos fueron trasladados a una prisión militar y colocados en celdas separadas. Convencidos de que los prisioneros habían sido peligrosos espías en America, los guardias del Ejercito trataron al joven Arthur y a su hermano como Nazis. Mientras marchaban con Arthur a las comidas, pasaban por lo que ellos llamaban en “árbol del ahorcamiento” y amenazaban al niño con matarlo si no se comportaba.

 Eventualmente, la familia fue liberada y reunida, y se mudo con los padres de Lambert. Arthur trabajo con GIs Americanos (soldados privados del Ejercito de los EEUU) viviendo en Alemania y encontró patrocinadores en Kansas; Arthur se convirtió en un mayor de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. En los últimos veinte años, ha investigado el trato que el gobierno de los EEUU demostró para con germano- americanos durante la guerra, Arthur busco incluirlos en las legislaciones que reconocían las injusticias cometidas en contra de Japoneses e Italiano-americanos, escribió y publicó un libro acerca de sus experiencias como recluso y creo un sitio web que trata temas relativos al confinamiento. Arthur se ha dedicado completamente a la educación publica de los sucesos, leyes y actitudes que destruyeron su vida familiar y la de miles de otros.

 Arthur dedica su trabajo incansable a la “memoria de mis afectuosos padres, los patriotas Lambert Dietrich Jacobs y Paula Sophie nee Knissel Jacobs, y a las miles de victimas inocentes.”

 

 El arresto es una destrucción instantánea que hace añicos la confianza, la expulsión, un salto de un estado a otro…la puerta a nuestra vida pasada se cierra de golpe de una vez por todas…es un destello cegador y un soplo que cambia el presente instantáneamente al pasado y lo imposible en la omnipotente actualidad..Eso es todo. Y ni por la primera hora, ni por el primer día serás capaz de aferrar nada mas...

 La imagen tradicional del arresto es también manos que tiemblan empacando para la victima, una muda de ropa interior, un jabón, algo para comer; y nadie sabe lo que es necesario, lo que es permitido, lo que mejor va para vestir; Y los agentes de seguridad siguen interrumpiendo, apurándote: “No necesitas nada, te alimentaran allá, es tibio allá” (todas son mentiras. Te siguen apurando para aterrorizarte)…La imagen tradicional del arresto es también lo que pasa después, cuando se llevan a la pobre víctima. Es una fuerza extraña, brutal y aplastante, totalmente dominando el apartamento por horas al fin, romper, desgarrar, abrir, jalando de las paredes, vaciando cosas de los roperos y escritorios, y arrojándolas o desgarrándolas aparte, haciendo montanas de desechos en el suelo, y el crujir de cosas cuando son aplastadas bajo las botas. Nada es sagrado en un cateo! ...Nada es tan estúpido como para ser inadmisible durante un cateo!

 

Alexander Solzhenitzyn

El Archipiélago Gulag


epilogo

 

Durante la SGM el gobierno de los EEUU se sintió impulsado a actuar decisivamente para proteger al país de individuos potencialmente peligrosos en su interior. Para lograr este legítimo objetivo, nuestro gobierno repetidamente violó la libertad civil e irrumpió en decenas de miles de vidas inocentes: el costo humano fue incuestionable. Más que proteger a nuestra vulnerable población inmigrante y sus familias nacidas en los EEUU, nuestro gobierno uso su preocupación por la seguridad para justificar una opresión basada no en la raza sino en la cultura. Germano-americanos sufrieron ampliamente por su “etnicidad” enemiga durante la guerra a través de variadas formas de maltrato por el gobierno de los EEUU: racias y cateos no autorizados, el saqueo de casas, detención, confinamiento, pérdida de la propiedad o del trabajo, exclusión y relocalización, y finalmente, el intercambio y la deportación forzadas.

Estas acciones fueron llevadas a cabo sin cargos formales para los acusados, y sin una representación legal, un juicio con jurado o la posibilidad de apelar. No había testimonios “en vivo” y sujetos a reexaminación, sino más bien testimonios anónimos. Nadie podía reunir “nueva evidencia”, ya que nadie “afuera” representaba al confinado. Y toda correspondencia era censurada. Así mismo, los acusados usualmente no se encontraban presentes en el momento de la condena. Forzados a una situación en la cual aquellos afectados no les era posible liberarse a ellos mismos, miles acabaron en campos a lo largo del país, tras cercas y torres de vigía, algunos por hasta siete años, en centros de detención y campos de confinamiento en el país. . Aun así, estos fueron los “afortunados”, ya que cientos de personas no especificadas, fueron forzadas a la repatriación y acabaron en la Alemania oriental ocupada por los soviéticos terminando en la cárcel de nuevo o fusilados.

La ley de 1798 que aprueba tales injusticias –extendida por el llamado ‘‘edicto patriótico”- aún existe en la actualidad y puede ser usada en cualquier momento, contra cualquier individuo, inmigrante o ciudadano. De hecho, el confinamiento podría sucederte a TI.


PANEL #4: textos suplementarios 

 

Acerca de Fort Lincoln:

 

Lincoln era un ciudad pequeña. Teníamos maestros de cada clase: artistas, músicos, cocineros, carpinteros, tú nómbralos. Si aceptabas que era todo tu presente, podías sobrevivir bien. Aun así, teníamos tipos que se la pasaban acostados en su litera, mirando al techo todo el día, volviéndose locos lentamente, pero yo conseguía encontrar trabajo de algún tipo todo el tiempo.

Salí a una granja por un tiempo, por que era divertido ver al campo desde el otro lado de la cerca; al menos estábamos, físicamente activos. Podías tener un tentempié de un vegetal ocasionalmente. Ellos tenia un jardín de vegetales muy grande y una par de bovinos, pero el asunto de la granja no duro mucho tiempo. Inmediatamente les dijimos “Miren, pueden empujar este arado. No soportaremos hacer esto por solo diez centavos la hora”.

Entonces trabajé en una lavandería por un tiempo, lo cual fué un trabajo excelente para el invierno porque era limpio y tibio. También pinté por un tiempo, para después dedicarme a mis propios negocios, hacia joyería por pedido, usando los huesos de la sopa. Hierves los huesos hasta que están blancos y parecen marfil. Hice joyería para mi, eventualmente para vender, y para la novia. Después, cuando ya no pudimos conseguir suficientes huesos, pasamos al plástico.

Ocasionalmente, un consejo de audiencia venía, ya sea de Washington o de Nueva York: creo que hasta uno vino de la costa este. Estabas formado para las audiencias, algunos se excitaban con la idea y vestían formalmente. La mayoría lo aceptábamos como era. “Bien, estos tipos necesitan algo que hacer”. Repasabas las mociones y les decías las mismas cosas. Ellos solo querían saber si habías cambiado de parecer a cerca de algo…


Hice amigos con muchos austriacos, quienes era casi todos los instructores de esquí. Ellos decidieron que seria maravilloso si esquiáramos, por tanto ordenamos esquís. Cuando digo nosotros, me refiero a un par de jóvenes que siempre hacíamos estas cosas juntos. Mi hermano, nunca se involucro en lo del esquí, pero muchos de mis otros amigos si. La gente de Sears Roebuck venia una vez al mes y les podías ordenar cosas. Cuando cayo la primera nevada, esquiamos alrededor del campo. Entonces alguien dijo, “necesitamos algo para maniobrar y deslizarnos”. De alguna manera conseguimos permiso de las autoridades; nos trajeron un par de cargas de tablas y construimos una “rampa” para deslizarse en esquí a mano, sin herramientas eléctricas para nada. Pusimos esa estructura de casi cuarenta pies que trepabas y te deslizabas en esquí. Mis hijos se ríen cuando les cuento esto porque, primero, nadie esquiaba en ese tiempo. Segundo, es plano en Dakota del norte. El pago vino cuando cayo la primera nevada, y todos nos divertimos mucho. Durante la noche comenzaba a nevar y en la mañana esquiábamos. Me deslice colina abajo por primera vez en esa maldita cosa.

Solíamos ser activos en deportes. Eso era una cosa mayor: equipos de soccer’ grupos de tenis y esquí. También me involucre bastante en natación. Lo que era grandioso. El Fort Lincoln había sido una base de caballería antes de llegáramos, y tenían una alberca buena afuera de la cerca. Éramos escoltados allá dos veces al día, si lo deseábamos, una vez durante el DIA y otra vez en la noche. Nade cada DIA. Nunca en mi vida he gozado nadar tanto como en esa etapa de mi vida, debido a que siempre estaba disponible. Nos dejaban saber cuando la temporada de natación se acababa; dejaban de calentar la maldita alberca.

 

-Como se lo contó Werner John a Stephen Fox-

en El Gulag Invisible de América

 


PANEL #7: textos suplementarios 

 

Acerca de Crystal City:

 

Crystal City: “Infierno S.A.”. de la manera que lo entendía, repatriaban a los braceros (trabajadores Mexicanos), montaban una cerca alambrada alrededor y ponían torres de vigilancia. Conoces las imágenes de los campo de concentración con las torres de vigilancia, las ametralladoras y todas esas cosas? Esa es Cristal City. Los primeros que mudaron aquí, eran alemanes, ayudaron a arreglar las barracas y hacerlas habitables. Cuando esos braceros llegaron y terminaron con ellas, no se podía vivir allí. Todavía cuando llegamos en mayo de 1943, eran apenas habitables. Tuvimos que construir andamios para dejar de esforzarse en el lodo y, en aquellos días, no había aire acondicionado. La mayor parte de nosotros proveníamos de lugares mas templados y aquel lugar cercano a Del Río estaba mas cliente que el infierno, sin decir nada de lo frío que se podía poner en invierno. No había áreas de césped, todo era cactos y biznagas con lugares arenosos entre ellos.

Arrancamos lo viejo y plantamos campos y jardines. Vivíamos en un marco de casa, con dos habitaciones muy pequeñas, una cocina que era cocina-comedor, todo muy primitivo. Toda la cosa estaba cubierta con laminas a prueba de agua por fuera sin una cubierta en las paredes por dentro, solo papel impermeabilizante. El baño solo incluía un excusado. Si querías tomar una ducha o usar el lavabo o algo así, tenias que ir al área céntrica. La alberca de la comunidad estaba del otro lado del campo, la cual no estaba mal. Cavaban todo a mano y vaciaban el cemento y todo lo demás por ellos mismos. Todo lo que el gobierno hizo fue proveer el cemento y las herramientas.

Cuando los niños jugábamos, todo se decía en ingles, excepto para aquellos que venían de Sudamérica y Centroamérica… Algunos de mis maestros en Crystal City eran de Lima, Perú. Probablemente has escuchado de esas escuelas de diplomáticos en el extranjero? Las hay en ingles, en alemán, donde los hijos de los diplomáticos van a la escuela? De esos lugares es de donde estas personas provienen. Ellos solo cerraron aquellas escuelas arbitrariamente y los trajeron acá a Crystal City. No les preguntaron. Teníamos gente… de prácticamente cada país al sur de la frontera tejana.

 

-Como se lo contó Alfred Plaschke a Stephen Fox-

en El Gulag Invisible de América

 

Crystal City, Texas, mi ciudad favorita. Conocí a mi esposa allá. Cuando mi papa y yo salimos de Dakota del norte, vestíamos ropa de invierno y trajes. Entre mas al sur viajábamos, de mas ropa nos deshacíamos. Que diferencia de los establecimientos militares o de la patrulla fronteriza. Sin embargo, había señales familiares, cercas alambradas, torres de vigía y custodios…Al principio, trabaje como conductor de un camión lechero, después el camión del hielo, y por ultimo me ocupe como ordenanza de un cuarto de operaciones, lo cual realmente me encantó. Nuestra paga mensual en cualquier área del campo era de 10 centavos por hora, mas un libro de cupones de tres dólares al mes…WOW! Pero, a donde vamos a gastar este dinero? También nos daban un cierto numero de medallones en rojo, verde y gris hechos de fibra prensada o cartón. Cada color representaba dinero ya sea para comida, ropa, o bebidas. Nunca nos permitieron dinero americano; eso fue lo primero que nos quitaron. Lo pusieron en deposito y podías retirarlo para mandarlo a Sears Roebuck o algo así, pero no te permitían tenerlo en tu mano. De esa manera nadie tenia dinero para poder escapar.

-Como se lo contó Alfred Krakau a Stephen Fox-

en El Gulag Invisible de América

 


PANEL #9: textos suplementarios 

 

Acerca de Ellis Island:

 

 En algún momento, un abogado llamado (George) Dix inicio una demanda colectiva. El Senador Wiliam Langer visitó la isla un par de veces; siempre fue muy comprehensivo, siendo de Dakota del Norte (con su gran población de inmigrantes alemanes)… En ese enero, estábamos sentados jugando cartas, y un guardia vino y dijo: “Hey, Werner, ya puedes irte a casa, si te apuras y empacas puedes alcanzar el ultimo transbordador”.

 ‘primero, déjame terminar mi mano. Segundo, no tengo prisa. He estado aquí por cuatro años. Me voy a preocupar por el ultimo transbordador ahora?’

Por tanto, terminamos la mano de cartas, y todo el mundo venia corriendo a checar, “hey, Werner: te iras a casa? Te liberaron? Esas eran siempre grandes noticias.

 “Si”

 “porque?”

 Como voy a saber porque? Te habían metido aquí sin saber porque y ahora eras liberado sn saber porqué. Era como si alguien tirar un montón de tarjetas, recogiera una y dijera; “Hey, esta dice Werner, vamos a dejarlo ir”.

 Empaque mis cosas. No tenia demasiadas. Y la mañana siguiente me marche, Créanme, fue uno de los momentos mas tristes de mi vida, debido a que todos mis amigos, aquellos con los que había vivido de cerca por cuatro años, mi hermano y todos, se quedaban allá, diciendo adiós, y yo era el único que se regresaba en el transbordador en el sentido “opuesto”. Fue una sensación de lo más extraña. Se preguntaran, “porque te ibas? porque ellos se quedaban?” La culpa. Honestamente, por dos centavos, me hubiera quedado. Suena muy loco, aun hoy.

 No me pude hacer a mi mismo ir en metro, aunque había crecido en Nueva York, camine y camine, debido a que “sabia” que todos podrían decir que era un inmigrante enemigo que había sido recientemente liberado.

 


Solamente camine y camine, hasta que llegue a casa. No tenia las llaves del departamento, pero, con suerte, una vecina del otro lado del corredor sabia la situación y dijo, “tu mamá fue de compras, deja tu maleta aquí. Así que, que creen que fue lo primero que hice? Fui a la corte del Bronx y llene la solicitud de una nueva licencia de manejo. No tenia nada mejor que hacer saben? Cuando regrese, mamá venía por la calle, al verme, arrojó las compras y corrió a abrazarme, y sus primeras palabras fueron, donde esta Heinz? Quería saber porque estaba en casa, y le dije que no sabia. Contacte a mis amigos y salimos esa noche a encontrarnos con algunos compañeros de viejos tiempos para cenar.

 Veía a Heinz de vez en cuando. Aun dirigía la cantina; después de todos esos años ya lo veían con confianza. Se llevaba a un guardia en uno de esos carros de inmigración e iba a Yorkville (un barrio fuertemente alemán en Manhattan) a hacer compras para la cantina. Al guardia le encantaba, porque era un día libre para él. Conducía un taxi en las noches en aquel entonces. Les encontraba y pasábamos el día juntos. El iba a diferentes tiendas a comprar cosas, algunas las mandaban a la isla, otras mas las llevaba él. Eso sucedía cada par de semanas, además de mis visitas a la isla. Ocasionalmente, me encontraba con mi mamá y todos salíamos a comer. También nos encontrábamos con la ex-novia de Heinz para comer; el guardia confiaba perfectamente que Heinz no iba a causar problemas, todo lo que tendrían que hacer era volver a agarrar a su mamá y papá y hermano y regresarlos allá otra vez.

 

 -Como se lo contó Werner John a Stephen Fox-

en El Gulag Invisible de América

 

FIN